26 de julio de 2016

Reemplazar un sistema corrupto.



En nuestro país el sistema previsional solidario, de reparto, financiado por empleadores, trabajadores/as y Estado se desarrolló durante el siglo XX, suministrando una amplia cobertura social.
De allí, por ejemplo, muchísimos trabajadores pudieron acceder a vivienda propia;  poblaciones como las EMPART (empleados particulares) o de la Marina Mercante, se localizan en muchas ciudades, comprendiendo viviendas dignas y amplias, que los beneficiarios pagaban con un descuento de sus remuneraciones en plazos de 15 o más años.
La dictadura terminó con este sistema, generando otro, que regala el aporte de cada trabajador a la voluntad de empresas privadas, con las características ya conocidas: pensiones miserables, mientras se han enriquecido las Administradoras y las empresas privadas que estas favorecen.
Esto no debe continuar.
Ahora, después de varios años de lucha y de abrir conciencias, impulsada por dirigentes sindicales independientes de la CUT (sometida a los partidos que la controlan), reunidos en la Coordinadora NO MÁS AFP, y con la colaboración de muchos chilenos anónimos e indignados por la explotación y la corrupción institucionalizada, se están dando pasos mayores.
Ayudar a ese proceso es el papel de esta página.

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